Arrullado en tu cintura sonando al compás de tu corazón
Con los escombros de tu cuerpo a mi disposición
Y los aromas de tu piel de seda mi perdición
Bajo la sombra e tu palpitar quisiera estar
Para admirar tus parpados cerrados, y en los relieves un volcán
Para tocarte suavemente y sin vacilar
Y enamorarme de tu sensualidad precisa
Bajo la sombra de tu palpitar quisiera estar
En medio de la lujuria y en la sangre la pasión
Enredado en tus piernas en la noche enmascarada
Me calma tu respiración lenta y sabia
Bajo la sombra de tu palpitar quisiera estar
Arrullado en tu cintura sonando al compás de tu respirar
Con la poesía de tu sencillez y la sinfonía de tu estar
Y el encanto de tu existir, tu tacto mi elixir.
11 de julio del 2005
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