Ni en los días nublados logre sentirme bien;
La vergüenza interior sin placer,
Y tu miraba en el alba puedo ver.
Los vacíos del alma que nadie alcanza,
Los latidos sin sentimiento pueden desaparecer;
Palabras insignificantes de polvo a polvo,
Como un dinosaurio puedo desaparecer.
Las estrellas de marzo se apagaran sin aviso,
El cielo gozara de plena oscuridad;
En las calles que cruce buscando un camino,
Me perderé sin huella ni destino.
26 de septiembre del 2004
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