Un trago y un clavel
Para embriagarme de ti
Y nunca despertar
En una noche desvelada
Mis ojos y tu mirada clavada
Hora esperando tu llamada
El frío cristalino de ayer
Los pasos de tu sombra en mi camino
Para tenerte cerca en mi destino
Tu aroma y mis manos en tu cuerpo
Los besos emanando deseo
Eternamente unidos uno al otro
Para siempre en un tiempo remoto
Beberé tu alma divina
Te amaré porque esta es mi vida
19 de noviembre de 1999
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